A Barcelona la conforman 73 barrios que tienen orígenes históricos y evoluciones muy diferentes.
Todos tienen elementos que suman para hacer de Barcelona un buen lugar donde desarrollar el proyecto vital del vecindario, donde hacer efectivo el derecho a la ciudad, en su sentido más amplio. No obstante, el desarrollo asimétrico de algunos barrios a lo largo del tiempo ha generado desigualdades socioeconómicas importantes. En los últimos años, a pesar de la recuperación que señalan muchos indicadores, las diferencias territoriales han aumentado.
Ante esta situación, el Gobierno toma el compromiso de trabajar para reducir estas desigualdades entre los barrios en ámbitos tan fundamentales como la vivienda, el espacio público, la educación, la salud y la creación de condiciones para la mejora de la actividad económica. Por eso define acciones para conseguir territorios resilients, que sumen las capacidades de los vecinos y vecinas.
En este contexto nace el Plan de Barrios, como una iniciativa municipal de mejora de las condiciones de vida a los barrios de la ciudad. Tiene como objetivo principal reducir las desigualdades sociales y territoriales, impulsando el acceso a la renta, a los servicios, a la calidad urbana y al bienestar para todo el vecindario. El Plan de Barrios está concebido como un instrumento en la lucha contra el incremento de las desigualdades sociales a la ciudad. Además, pretende abordar los efectos negativos que se derivan de la concentración de los niveles de renta más bajos en aquellos barrios que sufren déficits urbanísticos más acusados y donde la calidad de la vivienda es menor. Y pretende hacerlo reuniendo la capacidad, los recursos y la legitimidad del Ayuntamiento con la iniciativa, la creatividad y la eficacia de la acción vecinal. Con este criterio, el Plan de Barrios quiere incidir en cuatro ámbitos de actuación estratégica: derechos sociales, educación, actividad económica y ecología urbana.